CULTURA
Mondiacult 2025
Autor: Yenifer
Pedro Sánchez inaugura con elogios a Barcelona y
referencias a la tragedia palestina la conferencia mundial de la Unesco sobre
políticas culturales, que reúne a más de 160 delegaciones
La cultura como un derecho inalienable, un bien
público y una oportunidad: para el desarrollo personal y colectivo y también
para la paz. La
Unesco(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura) ha desplegado esta mañana en Barcelona su tercera Mondiacult
(las dos anteriores fueron en México en 1982 y 2022), la conferencia mundial de
rango ministerial sobre las políticas culturales y el desarrollo sostenible,
con la presencia de 165 delegaciones internacionales y un apretado y
entusiástico programa que pone la cultura, tan relegada habitualmente, en el
centro de la agenda del planeta.
Mondiacult, que se desarrolla en el Centro de
Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), hasta el 1 de octubre
convirtiendo la ciudad en capital mundial de la cultura estos días, tiene como
ejes explorar estrategias, políticas públicas y marcos legales que contribuyan
al fortalecimiento de los derechos culturales entendidos como derechos humanos
fundamentales; dialogar sobre cómo aprovechar las tecnologías digitales y a la
vez examinar los desafíos que presentan; facilitar acercamientos innovadores en
la integración de la cultura en la educación; abordar cómo posibilitar un
ecosistema cultural inclusivo e impulsar el desarrollo económico a través de la
cultura; estudiar de qué manera las políticas culturales pueden contribuir a
dar una respuesta al cambio climático, y, finalmente, debatir cómo prevenir y
proteger la cultura y el patrimonio en situaciones de crisis y emergencia.
A estos seis ejes básicos de Mondiacult, la conferencia ha incluido otros dos
nuevos propuestos por el Ministerio de Cultura de España: debatir los retos y
oportunidades que presenta la Inteligencia Artificial (IA) para la cultura, y
abordar el desarrollo de iniciativas para una cultura de la paz. Mondiacult, en
cuyo programa hay diversos espectáculos culturales, como
un concierto de Jordi Savall y exhibición de jotas, concluirá el
miércoles con la presentación de un documento final. Entre los eventos
paralelos, el lanzamiento de un museo virtual Unesco de objetos culturales
robados y la presentación del Primer Informe Mundial sobre el estado de la
cultura.
La guerra de Gaza y la tragedia del pueblo palestino
han estado presentes en la ceremonia de apertura y muy emotivo ha sido el
momento en que el ministro de Cultura español, Ernest
Urtasun, ha querido dar especialmente la bienvenida a la delegación
palestina, encabezada por el embajador de Palestina en España, Husni Abdel
Wahed, al no haber podido viajar el ministro de Cultura a causa del cierre de
la frontera de Gaza. Los asistentes han aplaudido largamente la mención de
Palestina y la petición que ha hecho Urtasun a la delegación de que
transmitiera a su pueblo la solidaridad del país anfitrión. “Defender lo humano
es defender lo que en todos los lugares como en Gaza está siendo amenazado”, ha
subrayado Urtasun. Ni Israel ni EE UU participan en la conferencia.
La secretaria de Cultura de México, Claudia
Curiel, ha pasado el testigo de Mondiacult de su país a España recordando
los hitos que marcaron las dos conferencias anteriores, como la consideración
de la centralidad de la cultura. Ha llamado a ratificar los avances y proseguir
con ellos, destacando la introducción de un tema como la IA. Ha subrayado
asimismo que algo tan inherente al ser humano como la cultura, no puede ser
tangencial.
En su turno, el ministro de Exteriores de España,
José Manuel Albares, ha insistido en la significación de Barcelona para los
valores culturales y ha reivindicado la cultura que es siempre, ha considerado,
un compromiso con los valores humanistas. “Atacan la cultura porque la temen”,
ha dicho de los que atentan “contra el arte y la palabra libres”.
En conclusión, La conferencia Mondiacult en
Barcelona reafirma que la cultura no es un lujo, sino un derecho humano
esencial y un motor de paz, inclusión y desarrollo sostenible. Al integrar
debates sobre derechos culturales, tecnología, inteligencia artificial y crisis
globales, el encuentro sitúa a la cultura en el centro de la agenda mundial.
Más allá de las palabras, el llamado es claro: defender la cultura es defender
la humanidad y abrir caminos hacia un futuro más justo, creativo y solidario.