Religión, poder y democracia: la libertad religiosa como desafío político contemporáneo
Línea:
Promoción de Pregrados Ciencias Políticas y Libertad Religiosa
Autora:
Laura Alarcón
En las sociedades democráticas contemporáneas, la libertad religiosa representa
un derecho fundamental que garantiza a las personas la posibilidad de profesar,
practicar y cambiar de religión sin coacción ni persecución. No obstante, en el
escenario político actual, esta libertad enfrenta tensiones derivadas de
conflictos ideológicos, políticas de exclusión y discursos de odio que afectan
a diversas comunidades religiosas. Desde el enfoque de las Ciencias Políticas,
es necesario analizar cómo los sistemas democráticos protegen o vulneran esta
libertad, y qué rol juegan los Estados en la promoción de una convivencia plural
y respetuosa.
En primer lugar, la libertad religiosa se configura como una piedra angular del
modelo democrático liberal, al formar parte del conjunto de derechos civiles
que limitan el poder del Estado frente a la autonomía individual. Sin embargo,
la implementación real de este derecho varía según contextos sociopolíticos. En
algunos países, grupos religiosos mayoritarios ejercen una influencia
significativa en la agenda política, limitando el acceso equitativo de minorías
religiosas a espacios de participación y representación. Esto plantea un reto
clave para la teoría política contemporánea: cómo asegurar que el principio de
laicidad del Estado no sea utilizado para silenciar la expresión religiosa,
pero tampoco para imponer una visión religiosa dominante desde el poder.
En segundo lugar, el auge del extremismo
y la polarización política ha contribuido a que la religión sea utilizada como
herramienta de manipulación ideológica. En estos casos, el discurso religioso
se instrumentaliza para legitimar exclusiones, alimentar nacionalismos o
justificar violaciones de derechos humanos. Frente a esto, los profesionales en
Ciencias Políticas con formación en libertad religiosa tienen la
responsabilidad de analizar críticamente los discursos de poder y diseñar
políticas públicas que garanticen el pluralismo religioso, la inclusión y el
diálogo interreligioso como base para una democracia más robusta y equitativa.
La libertad religiosa, lejos de ser un tema aislado del ámbito político, es un
indicador fundamental de la salud democrática de una sociedad. Su estudio,
desde las Ciencias Políticas, permite entender cómo se construyen las
relaciones entre el poder, la ciudadanía y la diversidad religiosa en los
distintos sistemas políticos. En un mundo cada vez más interconectado y
complejo, formar profesionales capaces de abordar estos desafíos con
perspectiva crítica, ética y plural es indispensable para fortalecer la
democracia y los derechos humanos.