lunes, 2 de junio de 2025

Aprender a Pensar, Pensar para Cambiar

 

Aprender a Pensar, Pensar para Cambiar

Autora: Laura Lizeth Alarcón 

Tema: Coaching

En un contexto global marcado por la incertidumbre, la desigualdad y los desafíos ambientales, el cambio social sostenible requiere más que políticas o tecnologías: exige una transformación profunda en la forma en que las personas piensan, aprenden y actúan. La reflexión crítica y el aprendizaje significativo emergen como herramientas fundamentales para cuestionar estructuras establecidas, revisar creencias arraigadas y construir nuevas formas de convivencia. Este texto explora cómo estos procesos cognitivos y educativos pueden convertirse en catalizadores de una transformación social auténtica.

 

El aprendizaje significativo va más allá de la memorización de contenidos; implica la construcción activa de conocimiento a partir de la experiencia, la interacción y la reflexión. Según datos del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (UNESCO, 2023), más del 60% de los sistemas educativos aún priorizan modelos tradicionales centrados en la transmisión de información, lo que limita el desarrollo del pensamiento crítico. En contraste, enfoques pedagógicos basados en la reflexión —como el aprendizaje basado en problemas o el aprendizaje transformador— han demostrado mejorar la capacidad de análisis, la empatía y la participación ciudadana. Estos modelos permiten a los individuos comprender las causas profundas de los problemas sociales y actuar con mayor conciencia y responsabilidad.

 

La reflexión crítica, como plantea Jack Mezirow, permite a las personas cuestionar sus supuestos culturales, ideológicos y personales. Estudios recientes de la Universidad de Stanford (2022) muestran que estudiantes expuestos a prácticas reflexivas incrementaron en un 28% su disposición a involucrarse en proyectos comunitarios y en un 35% su capacidad para identificar sesgos cognitivos. Estos hallazgos sugieren que la reflexión no solo transforma la mente individual, sino que también fortalece el tejido social al fomentar ciudadanos más conscientes, empáticos y comprometidos con el bien común. En este sentido, el cambio social no comienza en las calles, sino en las aulas, en los espacios de diálogo y en la disposición de cada persona a repensarse.

La transformación social profunda no puede lograrse sin una transformación previa de la mentalidad colectiva. El aprendizaje reflexivo se presenta como una vía poderosa para cultivar esa transformación, al permitir que las personas comprendan su realidad, cuestionen sus creencias y actúen con propósito. Fomentar una cultura educativa basada en la reflexión crítica no solo mejora la calidad del pensamiento individual, sino que también siembra las bases para una sociedad más justa, equitativa y resiliente. Cambiar el mundo comienza por cambiar la forma en que lo entendemos. Y ese cambio empieza, inevitablemente, por dentro.

Link del vídeo para recortes sugerido sugerido: https://drive.google.com/file/d/1pjsvzIHakaozYWW83letskVJAvVzv5Uy/view?usp=sharing     
Tiempo: Minuto 28:16 al 30:00

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